Desde el momento que salimos al exterior, las mujeres no sabemos qué nos pasará, si algún hombre se acercara a decirnos “piropos” o nos harán gestos obscenos de esos que nos dan asco de solo escucharlos o verlos. No sabemos si se subirá al bus algún hombre e intentará tocarte, rozarte, insultarte o si tendremos que buscar una ruta alterna para evitar a aquel hombre que nos persigue todos los días camino a la universidad. Estos tipos de actos son denominados acoso callejero. Es un tipo de violencia de género que las mujeres vivimos día a día. Lamentablemente este es un acto aceptado por la sociedad. Con la modernidad y el paso de los años algunas hemos aprendido que este acto nos denigra como mujer. Aunque este ya sea un delito penado en nuestro país, todavía muchas de nosotras sienten que este acto es normal, debido a que crecieron bajo un entorno de costumbres machistas, las cuales inferiorizan a la mujer. Debido a lo antes mencionado, creemos que es necesario luchar contra este problema que afecta diariamente a las mujeres peruanas.

 

Es importante solucionar el problema del acoso sexual callejero, debido a que esto vulnera los derechos de la mujer. A pesar de que existe la ley N° 30314, la cual previene y sanciona el acoso sexual en espacios públicos, esta es una ley muerta para las autoridades. Esto se debe a que la mayoría de personas responsables de imponer justicia ven el acoso callejero como un acto normalizado, debido a que crecieron en un país machista como es el Perú; por ende, tienden a minimizar o justificar el problema, y si a eso le agregamos que los hombres estereotipan a la mujer como una persona exagerada o dramática, obtenemos la indiferencia a esta ley; por ello la mayoría de denuncias contra el  acoso callejero no proceden o nunca se llegan a emitir (Portal, 2019) . Por otra parte vemos como en redes sociales el ministerio de la Mujer y algunas municipalidades tratan de luchar contra el incumplimiento de esta ley mediante campañas de concientización. Diana Portal, comisionada de la Adjuntía para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo (Perú 21, 2019) afirmó que gracias a una investigación concluyeron que las municipalidades sólo adoptaban la ordenanza y ahí dejaban el trabajo; es decir, no capacitaban el personal, no establecían procedimientos para una denuncia y mucho menos realizaban una difusión del tema. Lo que realmente es contradictorio, dado que supuestamente las municipalidades difunden y ayudan a las víctimas de acoso, pero las campañas solo eran una pantalla para obtener los beneficios que otorga el ministerio de la mujer y poblaciones vulnerables. Entre los meses de noviembre y marzo, el congreso de la república se ha visto envuelto en tres casos de acoso sexual (La República, 2019). En los cuales estuvieron implicados los congresistas Lescano, Mamani y Lopez. La falta del levantamiento de impunidad de los implicados, provocó que los hombres machistas se excusen en que, si un congresista, el cual promueve las leyes para el país no las cumple, porque ellos deberían cumplirlas. Por esa razón es necesario acabar con la impunidad y el incumplimiento de las leyes, pues esto genera un aumento significativo en el acoso sexual callejero.