¿Por qué solucionar el acoso sexual callejero?
En el Perú, diariamente, las mujeres viven un constante temor por salir a las vías públicas. Esto se debe a que, muchos varones, acosan verbal o físicamente a las mujeres que caminan libremente por los alrededores, ya sea con silbidos, frases obscenas o tocamiento indebidos. Lamentablemente, nuestro país es considerado como el segundo país con la mayor tasa de reportes de acoso sexual callejero en Latinoamérica (Villanueva, 2018). Pese a todo esto, no se han tomado las medidas necesarias para solucionar este problema. En nuestra capital Lima, veintitrés municipios no implementan normas para combatirlo; y la Ley N° 27942, creada en 2015, que sanciona y multa el acoso sexual callejero, solo es ejecutada en quince municipios, pese a que muchas veces ni siquiera es respetada por las autoridades. En ese sentido, creemos que se debe solucionar el problema del acoso sexual callejero urgentemente.
Es necesario solucionar el problema del acoso sexual callejero, debido a que este es una de las principales causas de feminicidio en nuestro país. El perfil de un acosador es sobre todo el de una persona machista y agresiva, que posee una personalidad obsesiva y probablemente el trastorno narcisista y paranoide de la personalidad (López, s/f). Estas características, además del perfil celoso y posesivo, se ven reflejadas a su vez en un feminicida, quien llevaría a cabo una serie de patrones recurrentes hasta acabar con su víctima. Lamentablemente, muchas mujeres no reconocen a tiempo estas características en sus parejas o exparejas, lo cual lleva a que el hombre sienta naturalidad al momento de expresar burla o maltrato contra su pareja o demás mujeres. “Hay signos pequeños que pueden mostrar que se trata de un hombre irritable, iracundo ante determinadas situaciones. Sobre todo, si repite la ofensa, si repite el agravio. Sería un potencial feminicida que se puede ir al otro extremo” (Zanabria, s/f). Según el Ministerio Público, entre los años 2009 y 2010, en nuestro país fueron asesinadas 274 y 244 mujeres, respectivamente; de las cuales 154 y 138, fueron por feminicidio. Este estudio nos demuestra que las mujeres no tienden a frenar este tipo de violencia de género desde sus inicios, en forma de acoso sexual callejero, lo que desencadena un proceso de maltratos continuos hasta llegar a la muerte de la víctima en cuestión. Por lo tanto, si no reducimos la tasa de hombres que manifiestan este tipo de comportamiento, a largo plazo, estos podrían abrir una nueva puerta directa hacia convertirse en feminicidas.
"Gráfico con estadísticas sobre el feminicidio en nuestro país. En este se indica que un gran porcentaje de mujeres agredidas no busca ayuda contra este problema"